Etiqueta: pueblos

Teruel y su dilema: ¿campo o ciudad?

Uno puede pensar que esta pregunta del título es un poco idiota, ya que a priori no tiene sentido poner a nadie en esta disyuntiva, pues su respuesta dependerá no de sus gustos seguramente, sino de lo que puede ofrecer a su vida cada uno de estos espacios. A veces soltamos esa frase como si realmente pudiéramos elegir el vivir en el campo o en la ciudad solamente por el ambiente, la tranquilidad o el ritmo desenfrenado a nuestro criterio, y lo peor es que solemos contestarla desde el corazón, jeje.

Bueno, pues en provincia de Teruel no tenemos ese problema, para bien o para mal. ¿Y por qué?, te preguntarás, si ya has dado la vara con que es una pregunta absurda. Pues porque tenemos el dudoso honor de ser la provincia con menos densidad de población de todo el país, y además, tres tercios de nuestra población vive en el medio rural. Es el clásico: «A quien le toca, le toca…»,  así que no es de extrañar que haya mucha gente preocupada por el problema de la despoblación, y que el desplazamiento a las ciudades se haga masivamente, aunque en realidad la economía de Teruel dependa más del sector primario que en realidad de las oportunidades que pueda encontrarse en los núcleos urbanos.

Pues sí, realmente hay mucho trasvase de población a las ciudades, por supuesto y sobre todo a la capital, Teruel, y no hay por qué criticar esto. Generalmente la gente joven que estudia o quiere progresar o especializarse en algún campo emigra a la ciudad, y por ende acaba quedándose, pues es difícil volver a lo de antes cuando empiezas a labrarte un camino en las oportunidades que ofrecen las grandes urbes. Algunos vuelven, es verdad, aunque la mayoría es por alguna responsabilidad familiar, y en una menor medida, porque quieren aplicar en su lugar natal lo que han aprendido y observado en su lugar de residencia; esto es loable, aunque muy poco común, la verdad.

Y a mí, que siempre me ha gustado ir contracorriente, me da orgullo decir que pertenezco a este pequeño grupo que volvió a su pueblo después de haber vivido precisamente en Teruel durante los años de universidad. Fui allí intentando buscar oportunidad y para estudiar una carrera, y conseguí lo segundo, pero no lo primero, y la razón es que en realidad no tenía interés en hacerlo. Por mucho que no sea una opinión popular, vivir en el campo o en un núcleo rural no tiene por qué significar vivir de sol a sol con una azada en la mano, sin nada más que pensar que en temas agrarios. Nuestros pueblos tienen muchos potenciales, y aunque nos falten los avances y el desarrollo de las ciudades, no tenemos por qué dejarnos de la mano de Dios, porque podemos hacer mucho por ellos. Yo pienso así, y volví para quedarme, y hacer el esfuerzo yo creo que merece la pena.